Dibujo de Basil Marquosi (Gaza, 2024). Fuente: https://p21.gallery/node/414
Tradujimos del inglés un nuevo artículo del periodista británico Jonathan Cook sobre el genocidio palestino: «Israel’s biggest con trick: Hiding the true numbers it has killed in Gaza». Lo publicó en su substack el 10 de diciembre, con la siguiente bajada: “Israel nos ha encerrado a todos en un ‘debate’ totalmente alejado de la realidad, que solo se refiere a la mortandad directa por bombardeos y balaceras, y no al genocidio que está perpetrando por otros medios.” Las aclaraciones entre corchetes son nuestras.
La mayor estafa que Israel ha logrado llevar a cabo en los últimos dos años es imponer parámetros totalmente falsos en un «debate» dentro de Occidente sobre la credibilidad del número de muertos en Gaza, que ahora asciende oficialmente a algo más de 70 mil.
No se trata solo de que nos hayamos visto envueltos en interminables discusiones sobre si se puede confiar en las autoridades médicas de Gaza o cuántos de los muertos son combatientes de Hamás. (A pesar de las campañas de desinformación israelíes, el propio Ejército israelí cree que más del 80% de los muertos son civiles).1
Ni siquiera se trata de que estos «debates» ignoren siempre el hecho de que, desde el principio, Israel destruyó la capacidad de Gaza para contabilizar sus muertos al destruir las oficinas gubernamentales y los hospitales del enclave. Es probable que la cifra de 70 mil sea una estimación muy por debajo de la realidad.
No, el mayor engaño es que Israel ha conseguido meternos a todos en un «debate» totalmente alejado de la realidad, que solo se refiere a la mortandad directa por sus bombardeos y balaceras. La verdad es que un número mucho mayor de personas en Gaza han sido asesinadas activamente por Israel, no a través de estos medios directos, sino a través de lo que en estadística se denomina métodos “indirectos”.
Estas personas han muerto porque Israel ha destruido sus hogares y las ha dejado sin refugio. Porque Israel ha destruido sus suministros de agua y electricidad, al igual que sus sistemas de saneamiento. Porque Israel ha arrasado sus hospitales. Porque Israel las ha matado de hambre. Porque Israel ha creado las condiciones perfectas para la propagación de enfermedades. La lista de formas en que Israel está matando a personas en Gaza es interminable.
Imagina que tus propias sociedades fueran arrasadas como lo ha sido Gaza.
¿Cuánto tiempo sobrevivirían tus padres ancianos en este infierno?
¿Cómo le iría a tu hijo diabético, o a tu hermana asmática, o a tu hermano con cáncer?
¿Cómo lidiarías con una neumonía, o incluso con un resfriado común, si no hubieras comido más que una pequeña comida al día durante meses?
¿Cómo lidiaría tu esposa con un parto difícil si no hubiera anestesia, ni hospitales cercanos, o si el único hospital que funcionara estuviera desbordado con las víctimas del último bombardeo de Israel?
¿Y qué posibilidades tendría tu bebé de sobrevivir si su madre no pudiera producir leche debido a su dieta de hambre? ¿Y si no pudieras darle leche de fórmula porque Israel estuviera bloqueando el suministro de provisiones al enclave? ¿Y si, de todos modos, la provisión de agua contaminada no pudiera mezclarse con la leche en polvo?
Ninguna de estas muertes está incluida en la cifra de 70 mil. Y todos los precedentes muestran que muchas, muchas más personas mueren por estos métodos indirectos que directamente por heridas mortales causadas por bombas y balas.
Según una carta de expertos en este campo publicada por The Lancet [un prestigioso semanario internacional de medicina hecho en Gran Bretaña y Países Bajos], los estudios de otras guerras –la mayoría de ellas mucho menos destructivas que la de Israel en el pequeño enclave gazatí– indican que entre tres y quince veces más personas mueren por métodos de guerra indirectos que directos.
Los autores estiman de forma cautelosa que el número de muertes indirectas es el cuádruple que el de muertes directas.2 Eso significaría que, como mínimo, 350 mil palestinos han muerto en Gaza a causa de las acciones de Israel. [no menos del 15% de la población gazatí, estimada en 2,2 millones antes de que Israel invadiera la Franja en octubre de 2023 e iniciara los bombardeos].
Es probable que la realidad sea aún peor. Eso sin mencionar los cientos de miles de palestinos que han quedado con lesiones horribles y traumas psicológicos.
Los planificadores de guerra israelíes saben exactamente cómo funciona esta proporción entre muertes directas e indirectas. Por eso decidieron destruir casi todas las viviendas de Gaza, bombardear las instalaciones eléctricas, sanitarias y de abastecimiento de agua, arrasar los hospitales y bloquear la ayuda mes tras mes.
Sabían que así Israel podría llevar a cabo un genocidio y, al mismo tiempo, ofrecer a sus aliados –los gobiernos occidentales y su legión de lobbies– una «amnistía» por su complicidad activa.
El llamado “alto el fuego” de Donald Trump no es más que otra treta en este interminable juego de humo y espejos. La agencia de protección infantil de Naciones Unidas, UNICEF, informa que menos de una cuarta parte de los camiones de ayuda están entrando a Gaza, tras el continuo bloqueo de Israel, a pesar de los compromisos israelíes acordados como parte de la “tregua”. Al parecer, esto no se considera una violación grave del alto el fuego. Pasa desapercibido.
UNICEF reporta, además, de que solo en octubre, al comienzo de la “tregua”, casi 18 mil madres primerizas y bebés tuvieron que ser hospitalizados en Gaza por desnutrición aguda.
El genocidio no ha terminado. Puede que Israel haya ralentizado el ritmo de las muertes directas que está causando con los bombardeos sobre Gaza, pero las muertes indirectas continúan sin cesar. Y lo mismo ocurre con el «debate» orquestado por Israel en Occidente, diseñado para ocultar y excusar el asesinato en masa de la población gazatí.
Jonathan Cook
NOTAS
1 www.theguardian.com/world/ng-interactive/2025/aug/21/revealed-israeli-militarys-own-data-indicates-civilian-death-rate-of-83-in-gaza-war.
2 www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(24)01169-3/fulltext.