Compartimos otra gran entrevista de temática sartreana a Nicolás Torre Giménez en El Talón de Hierro, el pódcast audiovisual de Señal U (Mendoza, Argentina) que produce La Izquierda Diario y conduce Lautaro Jiménez. Si en el primer encuentro, hace casi un año, el diálogo giró en torno a “El existencialismo dialéctico de Jean-Paul Sartre y el marxismo”, en esta oportunidad la conversación se focaliza en Barioná, o el hijo del trueno, la obra de teatro que Sartre redactó, dirigió y actuó –en el papel del Rey Baltasar– para la gélida y luctuosa navidad europea de 1940, cuando, habiendo caído prisionero de los invasores nazis en los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial, fue desterrado y recluido –con otros soldados y civiles franceses, entre ellos varios artistas y sacerdotes de los que se haría amigo– en el campo de concentración Stalag XII-D, cerca de Tréveris, Alemania.
En manos del joven filósofo y dramaturgo parisino (quien venía de publicar su novela La nausea y su colección de relatos El muro, y quien ya había empezado a escribir su célebre ensayo El ser y la nada), el tradicional género sacro del misterio navideño –una reliquia artística de la Cristiandad medieval– se convierte en una profana y disruptiva parábola de parresía urgente sobre la resistencia a la opresión, donde el pueblo judío de la antigua Palestina simboliza la Francia ocupada por la Wehrmacht; y la Roma de Tiberio, el III Reich de Hitler. Aunque Sartre volvería a valerse varias veces del mito y la parábola en su dramaturgia situacional (por ejemplo, en su adaptación libre –en clave anticolonial– del clásico Las troyanas de Eurípides a mediados de los sesenta), en el caso de Barioná se trató de una elección obligada, puesto que resultaba imprescindible eludir la censura de las autoridades nazis y evitar sus represalias, algo similar, mutatis mutandis, a lo que sucedería extramuros con Las moscas –recreación del mito griego de Electra y su hermano Orestes– en el París todavía ocupado de 1943.
www.youtube.com/watch?v=JdZM0xOz0K8
El pódcast no tiene desperdicio, pero si les interesa profundizar aún más en la cuestión, no dejen de leer el magnífico ensayo que Nicolás escribió para Corsario Rojo VIII, nuestra revista semestral en PDF: “Barioná. Pequeño misterio ateo”. Allí desarrolla una crítica demoledora a la interpretación fideísta de este drama sartreano elucubrada por el académico español y militante católico José Ángel Agejas.
Aprovechamos esta publicación para contarles que nuestro camarada argentino ha traducido del francés las memorias del cura Marius Perrin, Avec Sartre au Stalag 12 D [Con Sartre en el Stalag XII-D], donde los entretelones de su peculiar amistad y de la quijotada Barioná reciben profusa atención. Será la primera edición castellana de este libro fascinante. Nicolás tiene previsto, además, redactar abundantes notas y un estudio preliminar.
Colectivo Kalewche