Ilustración: Bedouins, de Caroline E. Gray Hill. Acuarela, fines del siglo XIX, desierto de Sinaí. Fuente: https://somersetandwood.com
A pedido de nuestro compañero Ariel Petruccelli, difundimos esta «entrevista» realizada por la gente de Vida y Socialismo, una agrupación de izquierda feminista oriunda de la Argentina. Se trata de un extenso autorreportaje de casi 18 mil palabras, llevado a cabo por sugerencia de Ariel, pero no desde cero, sino recuperando las conclusiones parciales del borrador del programa de VyS, todavía en proceso de elaboración. El autorreportaje fue publicado el 29 de marzo en la página web de dicha organización, bajo el título “Una larga travesía en el desierto”.
Aunque tenemos varias discrepancias con VyS, nos parece importante promover desde las izquierdas el diálogo de camaradas, el intercambio de ideas y el debate de opiniones. No sería posible ni apropiado detallar y desarrollar todos los puntos de disensión aquí, en estas líneas editoriales que sólo buscan ofrecer al público una somera presentación del texto reproducido. Pero nos sentimos en la necesidad de hacer al menos dos desmarques, en cuestiones sobre las cuales quisiéramos evitar cualquier malentendido con nuestros lectores y lectoras.
1) Con respecto a la cuestión trans, consideramos que la militancia de las personas travestis y transexuales no se fundamenta en el sexo biológico ni en presupuestos de orden metafísico, sino en las prácticas concretas (materiales) de discriminación social –con consecuencias económicas muy reales, por ej., a nivel laboral– de las que son víctimas. Nuestras discrepancias con el enfoque queer y la política woke no implican, en modo alguno, un aval –explícito o implícito– a la transfobia ni una subestimación de las violencias e injusticias que sufren las personas trans. Por el contrario, desde el colectivo Kalewche apoyamos su lucha contra la discriminación, por el reconocimiento social y por el acceso a condiciones materiales que garanticen una vida digna (al igual que para todas las personas), independientemente de que tengamos una postura crítica con respecto a la confusión relativista entre sexo biológico e identidad de género, y, en general, con respecto a las intervenciones médicas de reasignación de sexo –hormonales y quirúrgicas– en menores de edad (sin perder de vista que la ultraderecha ha montado un espantapájaros en torno a este asunto, fabulando y exagerando hasta el delirio).
2) ¿No cumple el arte una función desalienante, muchas veces más allá de las intenciones o posicionamientos políticos expresos de sus hacedores? ¿No han contribuido innumerables artistas y obras a la formación de una conciencia revolucionaria, que ha sido esencial en los procesos de lucha emancipadora que se han dado a lo largo de la historia?
Tenemos otras inquietudes críticas, pero aquí sólo se trata de presentar el autorreportaje de Vida y Socialismo a nuestro público. Hemos abordado la cuestión trans –con algunas diferencias internas– en “Milei y su cruzada anti-woke”, de Ariel Petruccelli y Lucía Caisso, y “Milei en Davos: algunas consideraciones críticas”, de Nicolás Torre Giménez y Federico Mare. En cuanto a nuestra concepción del arte, recomendamos leer nuestro manifiesto, y también el ensayo “Centauromaquia”, de F. Mare.
Vida y Socialismo se presenta así: “Somos trabajadores socialistas y feministas. Vivimos en diversas ciudades de Argentina, la mayoría en el AMBA. Intervenimos gremialmente allí donde podemos. Diferenciamos esa lucha táctica y necesaria de la estrategia política fundamental. Queremos poner a prueba nuestras ideas e hipótesis en el debate y la construcción con otros compañeros que busquen el socialismo.”