Barcos en una tormenta en una costa rocosa, de Jan Porcellis. Óleo sobre lienzo, 1614-1618, Museo Hallwyl, Estocolmo.
Para matizar la espera del octavo número de Corsario Rojo, cuya botadura hemos debido volver a postergar un poco más –aunque no mucho más–, a causa de condiciones poco favorables en alta mar (ya se sabe, navegamos contra viento y marea, pero eso no nos convierte en marineros imprudentes), publicamos un nuevo poema de la escritora argentina Viviana Hidalgo. La autora, generosamente, nos hizo llegar este presente con motivo de la aparición próxima de un nuevo número de nuestra revista que, como decían aquellas mujeres que editaban el periódico anarcofeminista rioplatense La voz de la mujer, “sale cuando puede“. Algunos poemas de Viviana ya han aparecido en las páginas de Kalewche (ver aquí y aquí).
Contrastes de razones. Miradas disipadas.
¿Se podrá soñar en medio de un mundo que perdió la capacidad de imaginar?
Débiles ilusiones postergadas en promesas de traición.
En este sistema pervertido y viciado
por exégesis sin pudor
los genocidios se replican
en el devenir de una historia adulterada.
Mientras la pobreza y las desigualdades
permeabilizan la líquida nocividad mediática
Todos contra uno es lo que prima
en la masividad de “likes” ejecutores.
El paisaje actual solo sabe a desvarío
en una ilógica sincronización de banalidades…
Lo bueno, lo poderoso, es que siempre existe una contracara.
En una contramarcha del sinsentido
un horizonte posible se vislumbra y
se hace luz entre tanto hastío.
Signos de valentía se comienzan a gestar
¡Corazones marineros que se lanzan a la mar!
En medio de un mar embravecido
cientos de voces dispuestas a no callar
Pensar en otro mundo ¡sí es una posibilidad!
Salir de premisas instauradas
y ganarle a la incredulidad
Celebremos estos espacios
para decir y pensar
Dejando atrás el derrotero
de lo que no se pudo lograr…
Desenmascarar con palabras
la futilidad de un mundo que porfía en mirarse en el espejo equivocado
(eterna refracción de Morgana)
Dejando atrás las quiméricas ilusiones
del individualismo
¡Vamos por más!
A la ventura de perseguir nuestra utopía,
no como gotas de agua refractarias
que se disuelven o evaporan en soledad
Sino como un tropel de corsarios
que batallan para lograr la más bella y concreta realidad.
Viviana Hidalgo