Ilustración del autor
Oxígeno
De repente, luego de un tiempo interminable bajo el agua
luego de condensarme
de repente
respiro
y de repente, respiro
respiro de verdad
lo estoy sintiendo
el aire entra y sale de los pulmones
con ritmo, ventilando bien
antes no lo hacía
Dios, qué alivio
Podría
Ahora podría hacer una vida semi burguesa
pseudo, peque bu, provinciana y aspiracional
un barrio, cuatro ruedas, delikatissen, lookearse, chapear lo que dé y una vida en red
un poquito más lejos de vacaciones, más exótico, un toque más aventurero
Preferiría igual,
hacer volar todo por los aires
medir la ley
franquearla justo
estar al borde de la condena
ser testimonio y prueba
y bañarme en la alegría extraviada
de nuestro encanto
Ya’xkab
Desde Afganistán
viajó la piedra lapislázuli
más cara que la plata
para convertirse en «azul ultramarino»
y adornar la Europa medieval
Para tocar el verde del añil y el cielo estelar
los mayas inventaron un tono
Se escondió en la historia, se perdió para el conquistador
En 1931 el Carnegie Institute of Washington lo encontró en la cueva de los guerreros
en Yucatán
Un enciclopedista sajón lo llamó «azul maya» en 1942
El «azul de la mayólica»
en la cerámica egipcia
es el óxido de cobalto
Hoy se extirpa del Congo
lo llaman «oro azul»
porque todas las baterías
se prenderían fuego sin él
El maíz, el oro, la pimienta, el azul
de África, América y Asia
No había advertido hasta hoy
que además roban el color
y se apropian de sus nombres
Sustrato
Una serie de puntos dispersos se unen, en pura física
van del ámbar, a una letra, a una raíz
atraviesan el aire que circula bajo tierra
suben un árbol, alcanzan la copa y descienden
tocan el agua y la juntan
y vienen hacia mí –porque me esfuerzo mucho para que eso pase– y llegarán hasta ahí
porque se dirigen a vos
Serpentean así, se desplazan así
se convierten en una fuerza inmaterial
que está sin verse, que existe y persevera
diríase que es la única materia que no se disipa
se multiplica, como vida destilada
Sale de aquí, esta fuerza común
Advierto que es radiante, inofensiva pero belicosa en su ansia de existir
cuando arriba permanece como una agradable promesa
y dialoga con los seres y a veces con las cosas
en este lenguaje
Aún vemos su luz brillar
pero la estrella está muerta
La piedra se partirá en mil
se verá el cristal agua en más noche que la noche
querrán que trabaje de sol a sol
Pero igual
una pequeña célula del tiempo
se junta menor, en hierba, con una raíz
Vamos luz
puede que las cosas dialoguen entre sí
mientras nosotrxs en silencio
trabajamos junto a ellas
Bruno Fornillo
Nota.— Bruno Fornillo es…