Ilustración: detalle de Espectros de la locura, de Andrés Casciani. Dibujo digital para la portada y el interior de Corsario Rojo VII, segundo semestre 2024. Inspirado en La nave de los locos del Bosco.
Este domingo de primavera austral en que celebramos con tanto asombro, orgullo y emoción las cien ediciones (¡cien ediciones!) del semanario Kalewche; este domingo de primavera austral en que publicamos dos textos de tres queridos camaradas (Fernando Lizárraga, Salvador López Arnal y Joaquín Miras) para reflexionar sobre la experiencia atesorada en estos más de dos años de travesía editorial; este domingo de primavera austral en que ya palpitamos en nuestros corazones las actividades que confiamos poder realizar pronto para celebrar nuestro «centenario»; este domingo de primavera austral en que el calendario marca 23 de noviembre de 2024, damos a conocer por fin, tras muchas jornadas de esfuerzo contra reloj y no pocas horas de desvelo, en cumplimiento de un sagrado compromiso hacia nuestros lectores y entre nosotros mismos, y con un grado tan alto de satisfacción y júbilo que no nos permite encontrar las palabras justas, el séptimo número de Corsario Rojo, nuestra revista semestral en PDF. A todas aquellas personas que hicieron posible, de un modo u otro, esta proeza de trabajo militante a pulmón, ¡muchas pero muchas gracias!
A continuación, les dejamos las primeras líneas de nuestra “Stultifera navis”, el editorial de Corsario Rojo VII, con el enlace para acceder de forma libre y gratuita a todos los textos de este nuevo número que, les aseguramos, no tiene desperdicio. ¡A bordo! ¡A navegar!
Compañeros, sígannos sin vacilar
Viajamos al País de Jauja
Pero estamos encallados en el lodo y la arena
Sebastian Brant
La nave de los locos, de la que aquí nos interesa hablar, surca los océanos sin sosiego, y lo hace desde tiempos inmemoriales. Nadie sabe bien cuándo se hizo a la mar, ni cuándo arribará a destino. Incluso hay quienes dudan de que la tripulación tenga otro destino fuera de los mares mismos. Ha recalado en puertos diversos con fines de aprovisionamiento o reparación, pero siempre ha vuelto a soltar amarras para reanudar la travesía.
Como tópico literario, nace al parecer en 1494, con la sátira moral escrita en alemán antiguo Das Narrenschiff –también titulada Daß Narrenschyff ad Narragoniam–, del humanista germano Sebastian Brant (1457-1521), probablemente inspirada en el ciclo de los Argonautas, por un lado, pero también en “barcos de locos” reales, por otro. Foucault, en su obra Historia de la locura en la época clásica, asegura que “existieron estos barcos, que transportaban de una ciudad a otra sus cargamentos insensatos” (…)